Go to content Go to navigation

21 Jun 2004: KDE y la guerra del API

(This is a reprint of the original post)

Pienso que una bitácora no debería utilizarse para divulgar noticias (por ejemplo, el lanzamiento de una nueva versión de determinado programa) ni tampoco para enlazar otras páginas web. Mi idea de las bitácoras se inclina más bien hacia la generación de contenidos realmente nuevos, por ejemplo, mediante la publicación de artículos de opinión, de comentarios sobre experiencias vitales (esto incluye también las aficiones, como el cine y la música) o de reportajes técnicos originales. Sin embargo, también sé que esto no es posible, porque este tipo de contenidos son mucho más costosos de producir y, por otra parte, también resulta interesante compartir opiniones expresadas por otros (o rebatirlas) o hacerse eco de algunas noticias que el autor de la bitácora pueda considerar de interés.

Todo lo dicho en el párrafo anterior no es sino una forma de justificar mi entrada de hoy en la bitácora. Porque lo que voy a hacer hoy es, precisamente, enlazar un par de artículos en cuya lectura me he entretenido hoy.

El primero viene a equilibrar un poco la balanza, después de que ayer comentase uno sobre GNOME. El de hoy nos acerca más a KDE. Quiero dejar muy claro que, aunque mi preferencia es GNOME, me parece que KDE es un proyecto digno de admiración. La época de las guerras santas ha pasado, afortunadamente, y en contra de lo que auguraban algunos, ambos proyectos siguen desarrollándose fuertes y veloces. Y lo mejor de todo es que los usuarios podemos beneficiarnos de lo mejor de ambos proyectos. Aunque mi escritorio es GNOME, eso no me impide usar algunas aplicaciones de la órbita de KDE, como Cervisia, KDiff o el brillante K3B. Y es que KDE tiene grandes herramientas de desarrollo, como Umbrello o KDevelop, aunque no me cuento entre los usuarios de estas últimas.

El otro artículo interesante que me he encontrado hoy trata acerca de la posibilidad de que Microsoft hubiera perdido una batalla fundamental, y que como consecuencia de ello, haya empezado su declive. Se trata de la batalla del API de Windows. Según el articulista, la nueva política de Microsoft consistente en lanzar nuevas plataformas y tecnologías de desarrollo rupturistas habría provocado la pérdida de su mayor valor: la fuerte ligadura entre los desarrolladores y el API tradicional de Windows. Se trata de un texto largo, pero jugoso, y que me ha resultado de interés porque amplía ciertas opiniones que yo tenía antes de leerlo, y que algunos me habréis oido defender en ocasiones. En realidad, a pocos les ha resultado indiferente la opinión de Joel Spolsky, y por eso han aparecido contraartículos, como los enlazados desde esta página. Su lectura enriquece nuestros elementos de juicio sobre esta cuestión.