02 Jul 2004: informática difícil
(This is a reprint of the original post)
En los comentarios a mi entrada de ayer en el diario, Rastreador apuntaba que, por lo general, el nivel de conocimientos informáticos de los usuarios es muy bajo. Yo estoy de acuerdo con esta premisa, pero la enfoco de una manera distinta. Para mi, no es que los usuarios sepan muy poco, sino que la informática no es tan fácil como nos cuentan.
El problema surge por una cuestión comercial: para que la gente compre ordenadores, sistemas operativos o líneas ADSL, hay que convencerla de que cualquiera puede manejarlos, entenderlos y aprovecharlos. Si las empresas no fomentasen esta ilusión, no conseguirían llegar a la inmensa mayoría de consumidores. Yo creo que estos consumidores tienen la impresión de que la informática es difícil (podéis comprobarlo preguntándoles a cualquiera de ellos), de ahí que las empresas interesadas en vender sus productos tecnológicos pongan tanto interés en convencerles de que van a poder sacar un gran partido de los productos sin tener que molestarse en aprender. Y si surgen dificultades, cada mes de septiembre salen a la venta miles de colecciones por fascículos que salvarán al más incauto.
En mi opinión, la informática no es fácil. Ni con Windows, ni con Linux, ni con el ADSL de Telefónica. Un ordenador no es una tostadora: sacarle partido requiere conocimientos. Físicamente, son máquinas complejas, compuestas de muchas partes (sólo hay que ver el número de características que hay que indicar para describir un ordenador). Y a nivel de software, la clave está en la flexibilidad: con la informática se puede hacer cualquier cosa, pero esta versatilidad implica que no es suficiente con apretar un botón.
Con frecuencia se dice que el ordenador es un eletrodoméstico más. Bien, pero ¿acaso son todos los electrodomésticos iguales? No. Una tostadora es muy simple. Un televisor es algo más complejo (al menos, hay que cambiar de canal). Pero un ordenador es mucho más complejo. ¿Acaso por comprar una vitrocerámica, cualquiera puede sacarle partido? Desde luego que no. Es imprescindible tener unos conocimientos de cocina.
(Es posible que después de leer estas lineas, alguno piense que estoy tratando de ser elitista o que adopto una actitud propia de ingenieros o gurús. No es mi intención, y si ha dado esa impresión, es porque no he sabido transmitir correctamente mis ideas).