Diego Berrueta

(This is a reprint of the original post)

La conferencia/debate sobre las patentes de software a la que asistí esta mañana en la EUITIG se alargó bastante y, en consecuencia, he perdido el bus. De modo que mientras espero al siguiente, iré haciendo un resumen.

Fueron dos los ponentes, con posturas muy alejadas, como debe ser. Comenzaron haciendo un repaso de la situación actual (propiedad intelectual) y el funcionamiento de las patentes. Pero pronto se dio paso al debate, en el cual intervino bastante el público. Viendo que la cosa estaba animada, me abstuve de pedir mucho la palabra, aunque me quedé con ganas de decir muchas cosas.

La agente de la propiedad industrial que defendía la patentabilidad (como no podía ser de otra manera, de eso vive) cayó en profundas contradicciones que algunos nos esforzamos por dejar en evidencia. En algunos momentos, su intervención me recordó a las noches más inspiradas de Urdaci. Por desgracia, la desinformación es un arma muy poderosa, y finalmente, algunos miembros de la sala parecían haberse convencido de que las patentes son necesarias, o no tendremos otro remedio que trabajar por amor al arte.

Aunque el ponente de la otra parte estuvo correcto, seguramente alguien con más agudeza y destreza en el manejo del lenguaje hubiera segado de raíz los "argumentos" de la agente de la propiedad industrial. Me sorprendió que dos profesionales del derecho no emplearan una mayor retórica, cuando precisamente su labor consiste en convencer a un tercero. Aunue también entiendo que, al menos sobre el papel, su labor en el día de hoy era de informar y no tanto de convencer.