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Doctorado: ya casi no queda nada

(This is a reprint of the original post)

Desde hoy soy alumno de doctorado. Sé que había dicho que no estudiaría el doctorado, pero no pasa nada por cambiar de idea, ¿no? Como dice Savater respecto a las ideas que mantuvo en el pasado: "me alegro de haber sostenido esas ideas en el pasado, pero aún me alegro más por ser capaz de tener luego otras". Mis circunstancias también han cambiado, haciendo que la perspectiva de continuar estudiando me resulte más atractiva. Claro, que también voy a seguir trabajando, por lo que los estudios tendrán que ir con calma.

El proceso para matricularme en el doctorado no ha sido fácil ni cómodo. Primero tuve que hacer la preinscripción. Aunque hay dos meses para hacerla, yo la entregué el último día, porque después de cansarme de llamar a la secretaría del departamento en Gijón, de pasar por allí y de mandar correo electrónico, no conseguí encontrar a nadie por allí. Resulta que nadie se había molestado en poner un cartel en la puerta o desviar las llamadas a la otra sede del departamento (en Oviedo) mientras la persona encargada estaba de baja. Aunque la Universidad proporciona una "preinscripción por Internet", en realidad al final hay que acabar llevando los papeles en persona. Menos mal que en la sede de Oviedo estuvieron muy amables y conseguí preinscribirme a tiempo.

Pero lo más divertido aún estaba por llegar. Cuando llegó el momento de hacer la matrícula, lo intenté de nuevo por Internet. El sistema estaba saturado debido a la avalancha de matrículas para el primer y segundo ciclo. Cuando conseguí entrar, el sistema me dijo que ¡no podía matricularme por ser un moroso con la Universidad! Quedé pasmado: yo no recordaba haber dejado pendiente ningún pago. Tuve que hacer una hora y media de cola en la EPSIG en el último día de matrícula, y movilizar a buena parte del PAS del Campus para que, en primera instancia, descubrieran que era la Uni quien me debía dinero a mi (87 céntimos, nada menos; generosamente condoné la deuda), y finalmente, encontraran el origen del error. Quedó anotado para que lo resolvieran, y mientras tanto, me dejaron seguir con la matrícula, cuyo último trámite concluí hoy.